por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro
En los primeros meses del 2011, el joven y hasta ese momento desconocido cineasta Gareth Edwards vivía una época de ensueño. Con su primer largometraje como director, Edwards ya era comparado con figuras como James Cameron y Neill Blompkamp, además de recibir múltiples halagos y cosechar la nominación a Mejor Debut por un Director Británico en la entrega 64 de los BAFTA. Sin embargo, el reconocimiento que Monsters: Zona Infectada (Monsters, 2011) le generaría a Edwards no sólo lo llevaría a la ceremonia más importante del cine británico, de hecho gracias a aquel pequeño filme independiente el realizador se enfrentaría a un reptil gigante y a uno de sus más grandes sueños.
Graduado en 1996 de la Universidad de Artes Creativas en Farham, Edwards ingresó al mundo del entretenimiento discretamente trabajando como un ingeniero en efectos visuales para programas y documentales de la BBC. Después de debutar como director en un pequeño filme para televisión, el joven realizador inglés se sentía listo para llevar a la pantalla grande una idea que rondaba en su cabeza desde hace mucho tiempo y un desafío de 48 hrs parecía ser la oportunidad perfecta para darse a conocer.
Era el año 2008 y la sexta edición del London International Festival of Science Fiction and Fantastic Film albergaba por primera ocasión el 48 Hour Film Challenge, donde los equipos participantes tenían dos días para producir un cortometraje de 3 a 5 minutos de duración sobre un tema en específico. Pasadas las cuarenta y ocho horas de concurso, los resultados eran dados a conocer: el equipo Rebel Alliance (Alianza Rebelde, nombre que se repetiría en el futuro) de Edwards ganaba el premio principal entre 87 equipos participantes. Con el cortometraje Factory Farmed el realizador no sólo debutaba como director de fotografía y editor, sino que establecía los primeros avances sobre el filme que lo impulsaría a Hollywood.
Con siete personas en el crew y un presupuesto limitado, Edwards se internaría por tres semanas en México, Guatemala, Belice y Costa Rica para filmar su arriesgada ópera prima, algo que el propio realizador describiría como "una mezcla entre El Proyecto de la Bruja de Blair y La Guerra de los Mundos" que sería adaptada en el rodaje gracias al estreno de Cloverfield y Sector 9. Protagonizada por Scott McNairy y Whitney Able, quienes llegaron al proyecto por recomendación del productor de Vertigo Films y terminaron casándose meses después del lanzamiento del filme, Monsters contaba la historia de una pareja de americanos que deciden escapar de la zona de cuarentena (México, para ser más exactos) para llegar a su país de origen, que ahora ha sido tomado por una extraña raza de extraterrestres.
Estrenada en South by Southwest, Monsters generó el ruido necesario para que el nombre de su responsable surgiera entre las columnas positivas de algunos críticos de los Estados Unidos y los estudios comenzaran a buscarlo. Meses más tarde del estreno del filme, Legendary Pictures confirmaría que Edwards era el nuevo director de Godzilla, el reboot que el estudio preparaba sobre el conocido personaje japonés. Estrenada en el 2014 y con el apoyo de la Warner Bros. Pictures, Godzilla impulsaría aún más al director que incluso antes del lanzamiento de su segundo filme, ya había firmado para su siguiente proyecto, uno que empezaría con una melodía compuesta por John Williams en los setenta.
Edwards durante su cumpleaños 30º en una de las casas ocupadas como locación en A New Hope. Foto: Nerdist.com |
En una galaxia muy, muy cercana...
"Star Wars es definitivamente la razón por la que quería ser cineasta. De hecho, Star Wars hizo que quisiera ir y estallar la Estrella de la Muerte y unirme a la Alianza Rebelde, pero cuando poco a poco aprendí que no había tal cosa y que todo era parte de una gran mentira llamada "una Película", pensé: bueno si no puedo ir y hacer esas cosas, entonces la segunda mejor opción es convertirme en un mentiroso y hacer esas películas que también contarían mentiras a los niños y ellos puedan odiarme tanto como yo odiaba a George Lucas.", escribió Edwards en el periódico The Guardian en Febrero del 2011, coincidiendo con el estreno inglés de su primer filme.
La historia (y su talento) llevarían a Edwards a la mesa de negociaciones con Lucasfilms en el verano de 2014. Después de la confirmación de J.J. Abrams como director de la séptima entrega de Star Wars, la expansión del universo creado por George Lucas era decisión de Disney. Con Kathleen Kennedy (la mujer detrás de Steven Spielberg) en la producción, Gareth Edwards vería su nombre escrito en letras azules durante los créditos de Star Wars: Rogue One, la primera de una serie de películas que funcionarían como enlace entre La Venganza de los Sith y Una Nueva Esperanza.
Escrita por Chris Weitz, basada en una idea del jefe creativo de Industrial Light and Magic, John Knoll; Star Wars: Rogue One contará la historia de un grupo de soldados rebeldes que intentan robar los planos de la Estrella de la Muerte para poder atacarla, antes de que el imperio los ataque a ellos. Con el arranque de la filmación previsto para este verano, Edwards habló sobre el filme durante la pasada edición del Star Wars Celebration: "Esperaba honestamente que lo odiara (El guión), estaba a la mitad de un rodaje y no quería tomar algo hasta seis meses después pero no fue el caso... no podría sentarme en el cine y saber que alguien más hizo este filme".
Durante la convención, el equipo creativo de ILM desarrolló un primer teaser del filme que será protagonizado por Felicity Jones y que podría tener a Riz Ahmed y Sam Claflin en sus créditos principales. Ocupando la voz de Alec Guinness como Obi Wan Kenobi, el pequeño avance mostraba a un par de naves del imperio volando sobre una selva donde a lo lejos se puede observar a la estrella de la muerte emergiendo en el horizonte. Al encenderse las luces del panel donde Edwards, Kennedy, Knoll, Kiri Hart y Pablo Hidalgo habían aparecido para hablar por primera vez del proyecto, la reacción fue unánime. La confianza de miles de warsies están depositada en Edwards.
"Para mucha gente de mi edad, Star Wars: Una Nueva Esperanza era El clásico. Es exactamente la historia que quieres escuchar cuando eres un niño pequeño: donde puedes conseguir una arma y aprender de tus mayores y mentores: que está destinado a ser algo grandioso, que algún día va a ganar a la chica, matar al malo y salvar el universo. Ahora solo la veo cuando tengo que recordarme a mí mismo lo que quiero hacer con mi carrera. Cuando creces el mundo se hace más pequeño y repetitivo, pero Star Wars: Una Nueva Esperanza todavía se siente como magia para mí, como ese lugar enorme en el mundo que es tan épico que nunca podrás comprenderlo del todo, donde hay mucho que hacer y todo es emocionante. Cualquier cosa que ayude a crear ese sentimiento de maravilla que tenía cuando era niño no lo quiero ocupar todo a la vez porque no quiero que esa magia se agote" escribía un emocionado Edwards en un artículo que oportunamente se titulaba "La película que cambió mi vida". Star Wars cambió la vida de un pequeño Gareth Edwards, es momento de que el prometedor director en el que se convirtió ese niño, le devuelva el favor a la saga.