por Andrés Olascoaga | @AndresOlasToro
Se puede hablar mucho sobre Martin Scorsese, sobre su carrera, sus colaboradores frecuentes, sus usuales referencias a westerns, sus cameos e incluso la forma en la que la Academia decidió premiarlo con el Oscar a Mejor Director después de cinco nominaciones en la categoría. Sin embargo el Scorsese que ahora nos atiende es el Martin paternal.
El director, que en 1967 dirigiría su primer largometraje ¿Quién toca a mi puerta? (Who's that knocking at my door?), ha estado, últimamente, muy apegado a su figura como padre. En el documental One Direction: This is Us, Scorsese aparece brevemente con su hija Francesca, en los camerinos de la banda para confesarse fan; "yo le muestro cosas a mi hija y ella me enseña unas cuantas". A la relación con la más pequeña de sus tres hijas, se le puede deber el interés del realizador en crear una película familiar; que finalmente sería La Invención de Hugo Cabret (Hugo) y una emotiva carta publicada en el diario L'Espresso, donde Scorsese imagina el futuro del cine.
Comienza Scorsese que sin el menor ánimo derrotista, detalla en una carta de dos cuartillas, el final del cine en el que él comenzó y el cine que ahora viene en un futuro que el realizador describe como brillante.
Antes de continuar con el esquema que se ha pintado de frente al cine del futuro, Scorsese se da tiempo de agradecer el trabajo de directores como Wes Anderson, Richard Linklater, David Fincher, James Gray, Alexander Payne, Joel & Ethan Coen y Paul Thomas Anderson, del último reconociendo su labor al rodar The Master: Todo un Hombre Necesita un Guía (The Master) en 70mm y conseguir exhibirla de esta forma en algunas ciudades haciendo que "cualquiera que se preocupe por el cine, debería mostrarse agradecido."
El director, nada ajeno a los adelantos que el cine ha tenido, se muestra positivo ante la obvia bifurcación a la que se enfrenta el entretenimiento audiovisual y el cine; y los nuevos métodos de presentación de las películas ya que "en el futuro, probablemente cada vez menos de lo que reconocemos como cine en las salas y más y más de él en pequeños cines, en internet y en espacios y circunstancias que no puedo predecir".
Pero ¿Por qué Scorsese dice que el futuro del cine es Brillante?. El realizador atribuye el afortunado presagio a la facilidad, que en la actualidad, involucra hacer cintas por muy poco dinero.
El director también menciona en su carta "la atención que se está depositando en la maquinaria de la creación de películas y en los avances que nos han llevado a una revolución cinematográfica, hay que recordar una cosa importante: las herramientas no hacen la película; la haces tú" y precisamente Scorsese es un buen ejemplo de como sin importar las herramientas, es trabajo del realizador convertir al producto en algo auténtico.
Con La Invención de Hugo Cabret, el director neoyorquino entró al terreno de la tercera dimensión con buenos resultados y con su más reciente trabajo, El Lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street), Scorsese se enfrenta a trabajar en formato digital, en lugar del tradicional formato en 35 milímetros.
La película, protagonizada por Leonardo DiCaprio, Jonah Hill y Matthew McConaughey, cuenta la historia de Jordan Belfort, un defraudador de Wall Street en la última parte de la década de los ochenta. En la cinta reconocemos una cara conocida de Martin Scorsese, el director que no tiene miedo de mostrar nada, siempre y cuando sea lo necesario para la película. En The Wolf of Wall Street, hay desnudos, hay escenas de drogas, sexo, groserías y demás, pero también tiene un trasfondo interesante, la codicia que vive en cada uno de nosotros; por más buenos que pensemos que somos. Un Scorsese que nos recuerda a aquel realizador que filmaba Buenos Muchachos (Godfellas) y Casino, que saca lo mejor de todos sus actores y convierte a la película en una experiencia sin igual. Bajo las órdenes de Scorsese y como un fuerte colaborador en la labor de "filmar" en formato digital trabaja el mexicano, Rodrigo Prieto, quien fotografía el filme con un buen contraste de colores.
El director, que en 1967 dirigiría su primer largometraje ¿Quién toca a mi puerta? (Who's that knocking at my door?), ha estado, últimamente, muy apegado a su figura como padre. En el documental One Direction: This is Us, Scorsese aparece brevemente con su hija Francesca, en los camerinos de la banda para confesarse fan; "yo le muestro cosas a mi hija y ella me enseña unas cuantas". A la relación con la más pequeña de sus tres hijas, se le puede deber el interés del realizador en crear una película familiar; que finalmente sería La Invención de Hugo Cabret (Hugo) y una emotiva carta publicada en el diario L'Espresso, donde Scorsese imagina el futuro del cine.
"Te escribo esta carta para hablarte del futuro. Lo veo a través de la lente de mi mundo. A través de la lente del cine, que ha estado en el centro de ese mundo. Durante los úlitmos años me he dado cuenta de que la idea del cine con la que crecí, se acerca al final. No me refiero a las películas que ya se han escrito. Me refiero a las que están por venir. No quiero causarte inquietud. No escribo estas palabras con espíritu derrotista. Al contrario, creo que el futuro es brillante."
Comienza Scorsese que sin el menor ánimo derrotista, detalla en una carta de dos cuartillas, el final del cine en el que él comenzó y el cine que ahora viene en un futuro que el realizador describe como brillante.
"Siempre supimos que las películas eran un negocio y que el arte del cine es posible al haberse alineado con las condiciones económicas... También sabíamos que quizás tendríamos que atravesar períodos difíciles y supongo que, a cierto nivel, nos dimos cuenta de que tendríamos que enfrentarnos a un momento en el que cada elemento impredecible en el proceso de hacer películas acabaría minimizado, casi incluso eliminado. ¿Y cuál es el elemento más impredecible de todos? El cine y la gente que lo hace."
Antes de continuar con el esquema que se ha pintado de frente al cine del futuro, Scorsese se da tiempo de agradecer el trabajo de directores como Wes Anderson, Richard Linklater, David Fincher, James Gray, Alexander Payne, Joel & Ethan Coen y Paul Thomas Anderson, del último reconociendo su labor al rodar The Master: Todo un Hombre Necesita un Guía (The Master) en 70mm y conseguir exhibirla de esta forma en algunas ciudades haciendo que "cualquiera que se preocupe por el cine, debería mostrarse agradecido."
El director, nada ajeno a los adelantos que el cine ha tenido, se muestra positivo ante la obvia bifurcación a la que se enfrenta el entretenimiento audiovisual y el cine; y los nuevos métodos de presentación de las películas ya que "en el futuro, probablemente cada vez menos de lo que reconocemos como cine en las salas y más y más de él en pequeños cines, en internet y en espacios y circunstancias que no puedo predecir".
Pero ¿Por qué Scorsese dice que el futuro del cine es Brillante?. El realizador atribuye el afortunado presagio a la facilidad, que en la actualidad, involucra hacer cintas por muy poco dinero.
"¿Por qué el futuro es tan brillante? Porque por primera vez en la historia de esta forma de arte, se pueden hacer películas por muy poco dinero. Algo absolutamente insondable cuando yo crecía y las películas de presupuesto extremadamente bajo siempre han sido la excepción, en lugar de la regla. Ahora es al revés, puedes crear hermosas imágenes con cámaras que te puedes permitir. Puedes grabar sonido, puedes montar, mezclar y hacer corrección de color desde tu casa. Todo eso ahora es posible".
El director también menciona en su carta "la atención que se está depositando en la maquinaria de la creación de películas y en los avances que nos han llevado a una revolución cinematográfica, hay que recordar una cosa importante: las herramientas no hacen la película; la haces tú" y precisamente Scorsese es un buen ejemplo de como sin importar las herramientas, es trabajo del realizador convertir al producto en algo auténtico.
Con La Invención de Hugo Cabret, el director neoyorquino entró al terreno de la tercera dimensión con buenos resultados y con su más reciente trabajo, El Lobo de Wall Street (The Wolf of Wall Street), Scorsese se enfrenta a trabajar en formato digital, en lugar del tradicional formato en 35 milímetros.
La película, protagonizada por Leonardo DiCaprio, Jonah Hill y Matthew McConaughey, cuenta la historia de Jordan Belfort, un defraudador de Wall Street en la última parte de la década de los ochenta. En la cinta reconocemos una cara conocida de Martin Scorsese, el director que no tiene miedo de mostrar nada, siempre y cuando sea lo necesario para la película. En The Wolf of Wall Street, hay desnudos, hay escenas de drogas, sexo, groserías y demás, pero también tiene un trasfondo interesante, la codicia que vive en cada uno de nosotros; por más buenos que pensemos que somos. Un Scorsese que nos recuerda a aquel realizador que filmaba Buenos Muchachos (Godfellas) y Casino, que saca lo mejor de todos sus actores y convierte a la película en una experiencia sin igual. Bajo las órdenes de Scorsese y como un fuerte colaborador en la labor de "filmar" en formato digital trabaja el mexicano, Rodrigo Prieto, quien fotografía el filme con un buen contraste de colores.
A finales del año pasado Scorsese declaró que planeaba hacer sólo un par de películas más; "Tengo el deseo de hacer muchas más películas, pero a partir de ahora... ya tengo 71 años y sólo me quedan un par más... si es que puedo hacerlas". Si bien el comentario puede ser una señal de alarma entre todos los cinéfilos a los que Scorsese nos ha formado en pequeña o gran escala, aún queda mucho por ver.
Dentro de sus próximos proyectos se contemplan Silence, un drama sobre dos padres jesuitas perseguidos en el Japón del siglo XVII con Andrew Garfield y Ken Watanabe; y Sinatra, la muy sonada biopic sobre el legendario cantante y actor Frank Sinatra que ya cuenta con el guión de Billy Ray (Capitán Phillips, Los Juegos del Hambre). Después de esto, el futuro del realizador es aún incierto. De dirigir o no más películas, la labor de Scorsese estará hecha y su nombre grabado en la historia del cine, un lugar que él ayudó a pulir. Con la filmografía y enseñanzas de Marty en nuestro haber, el futuro del cine es brillante.
Los dejo con Gimme Shelter de The Rolling Stones, una de las canciones favoritas de Scorsese. El track, proveniente del disco Let It Bleed, se ha escuchado en Godfellas, Casino y The Departed. Cabe mencionar que Scorsese dirigió a la banda liderada por Mick Jagger en el concierto documental del 2008, Shine a Light. Abajo de esta columna, podrán leer integra la carta que el realizador le escribió a su hija Francesca, de 14 años de edad.
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Carta de Martin Scorsese a su hija Francesca
Querida Francesca.
Te escribo esta carta para hablarte del futuro. Lo veo a través de la lente de mi mundo. A través de la lente del cine, que ha estado en el centro de ese mundo.
Te escribo esta carta para hablarte del futuro. Lo veo a través de la lente de mi mundo. A través de la lente del cine, que ha estado en el centro de ese mundo.
Durante los úlitmos años me he dado cuenta de que la idea del cine con la que crecí, la idea que reside en las películas que te he mostrado desde que eras niña y que estaba tan en boca de todos cuando comencé a rodar, se acerca al final. No me refiero a las películas que ya se han escrito. Me refiero a las que están por venir.
No quiero causarte inquietud. No escribo estas palabras con espíritu derrotista. Al contrario, creo que el futuro es brillante.
Siempre supimos que las películas eran un negocio y que el arte del cine es posible al haberse alineado con las condiciones económicas. Ninguno de nosotros, los que comenzamos en los años 60 y 70, nos hacíamos ilusiones en ese sentido. Sabíamos que tendríamos que trabajar duro para proteger lo que queríamos. También sabíamos que quizás tendríamos que atravesar períodos difíciles y supongo que, a cierto nivel, nos dimos cuenta de que tendríamos que enfrentarnos a un momento en el que cada elemento impredecible en el proceso de hacer películas acabaría minimizado, casi incluso eliminado. ¿Y cuál es el elemento más impredecible de todos? El cine y la gente que lo hace.
No quiero repetir lo que han dicho y escrito otros antes de mí, sobre los cambios en el negocio. Y me alienta la existencia de excepciones a la tendencia cinematográfica general: Wes Anderson, Richard Linklater, David Fincher, Alexander Payne, los hermanos Coen, James Gray y Paul Thomas Anderson están consiguiendo hacer sus películas, y Paul no solo consiguió rodar The Master (Todo Hombre Necesita un Guía, 2012) en 70mm, sino que consiguió exhibirla de esta forma en algunas ciudades. Cualquiera que se preocupe por el cine, debería mostrarse agradecido.
Me conmueven también los artistas que consiguen hacer sus películas en todo el mundo, en Francia, en Corea del Sur, en Reino Unido, en Japón, en África. Cada vez es más difícil, pero siguen haciendo películas.
No creo, sin embargo, que esté siendo pesimista cuando te digo que el arte del cine y del negocio de las películas se encuentran ahora en una encrucijada. El entretenimiento audiovisual y lo que conocemos como cine, imágenes en movimiento concebidas por individuos, parecen ir encaminados en direcciones diferentes. En el futuro, probablemente, verás cada vez menos de lo que reconocemos como cine en las salas y más y más de él en pequeños cines, online, y supongo, en espacios y circunstancias que no puedo predecir.
Entonces, ¿Por qué el futuro es tan brillante?. Porque por primera vez en la historia de esta forma de arte, se pueden hacer películas por muy poco dinero. Algo absolutamente insondable cuando yo crecía y las películas de presupuesto extremadamente bajo siempre han sido la excepción, en lugar de la regla. Ahora es al revés. Puedes crear hermosas imágenes con cámaras que te puedes permitir. Puedes grabar sonido. Puedes montar, mezclar y hacer corrección de color desde tu casa. Todo eso ahora es posible.
Pero con toda la atención que se está depositando en la maquinaria de la creación de películas y en los avances que nos han llevado a una revolución cinematográfica, hay que recordar una cosa importante: las herramientas no hacen la película, la haces tú. Es liberador tomar una cámara, empezar a rodar y juntarlo todo con Final Cut Pro. Pero hacer una película, la que tú necesitas hacer, es otra cosa y ahí no existen los atajos.
Si John Cassavetes, mi amigo y mentor, siguiera vivo hoy, estaría empleando con toda seguridad todo el equipo que hay disponible. Pero me diría lo mismo que me ha dicho siempre: tienes que estar absolutamente dedicado al trabajo, dar todo lo que puedas de tí mismo, y proteger la chispa de la conexión que te llevó a rodar la película en un primer momento.
En el pasado, como las películas eran tan caras, las protegíamos contra el cansancio y los compromisos. En el futuro, tendrás que protegerla de otro factor adicional: la tentación de seguir la corriente y permitir que la película derive y naufrague. No es sólo una cuestión de cine. No hay atajos para nada. No digo que todo tenga que ser difícil. Sólo digo que la voz que te da la chispa, es tu propia voz; esa es la luz interior que dijeron los Quakers.
Esa eres tú. Esa es la verdad.
Con todo mi amor.
Papá.
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